La próstata

La próstata es un órgano que está presente solo en el varón, impar, con forma de castaña y está situada en la pelvis, detrás del pubis, anterior a la ampolla rectal y rodeando la uretra proximal.
Esta situación y su relación de vecindad con la vejiga urinaria y el recto, explicará muchos de los síntomas presentes en las distintas patologías de la próstata La próstata, junto a las vesículas seminales, las glándulas bulbouretrales de Cowper y las glándulas periuretrales de Littré constituyen las glándulas sexuales que contribuyen a la formación del líquido seminal.
Está rodeada por una falsa cápsula fibromuscular, denominada cápsula propia. Esta pseudocápsula está considerada el límite de los procesos localizados y teóricamente con los estadios del cáncer curable. Atravesando la próstata en su mitad y en dirección cráneo-caudal está situada la porción prostática de la uretra, que comienza en la cara vesical de la próstata y sale de la misma por el ápex prostático.
La próstata, como glándula, está constituida por tejido adenomatoso y fibroso. El 30 por ciento de su peso es fibro-muscular y el resto son elementos glandulares. Se han descrito varios modelos anatómicos para el estudio de la próstata (el de Lowsley, el de Franks, etc.), pero el más aceptado es el modelo zonal de McNeal, el cual distingue cuatro zonas diferentes que son asiento de distintas patologías.
Estas cuatro zonas son:
– Zona anterior, de constitución fibromuscular y sin estructuras glandulares.
– Zona central, que contiene los conductos eyaculadores y representa el 25 por ciento del volumen prostático. En esta zona se originan los procesos inflamatorios y se asientan el 8 por ciento de los cánceres de próstata.
– Zona de transición, que representa entre un 5 y un 10 por ciento del total del volumen prostático. Esta es la zona de desarrollo de la hipertrofia benigna de próstata y del 25 por ciento de los adenocarcinomas de próstata.
– Zona periférica, que constituye la porción postero-inferior de la próstata. Es el origen del 67 por ciento de las neoformaciones prostáticas y representa el 70 por ciento del volumen prostático.

CAMBIOS ESTRUCTURALES DEBIDOS A LA EDAD
La próstata es muy pequeña durante la infancia, estimándose su peso hasta los 10 años de edad sobre 1,4 gr. Durante la pubertad se produce una hiperplasia del epitelio ductal, llegando a pesar la glándula entre 10 y 14 gr a los 20 años. Entre los 35 a 40 años consigue su desarrollo final a expensas del componente glandular, alcanzando para entonces un peso medio de unos 20 gramos.
A partir de esta edad comienza a desarrollarse una involución prostática a la vez que puede aparecer una Hiperplasia Benigna de Próstata alrededor de la uretra prostática (zona transicional) o en la zona central (lóbulo medio prostático). HISTOLOGÍA Histológicamente, el 95 por ciento de los tumores primarios de próstata son adenocarcinomas de tipo acinar.
Otras formas de presentación son el adenocarcinoma ductal, carcinoma endometroide, carcinoma neuroendocrino, adenocarcinoma mucinoso, carcinoma de células pequeñas, carcinoma transicional, carcinomal escamoso y tumores no epiteliales como el rabdomiosarcoma y sarcoma del adulto.

FISIOLOGÍA DE LA GLÁNDULA PROSTÁTICA
La próstata es una glándula exocrina. Su función principal es la secreción del líquido prostático, que junto a las secreciones de las vesículas seminales, glándulas de Cowper y Littre, y el testículo, constituye el semen. Otras funciones menos relevantes son servir de sostén a la base vesical, aportar resistencia a la uretra en el papel de la continencia en la micción y participar en la fase de emisión de la eyaculación al contraer su musculatura lisa y vaciar su secreción en la uretra. Un aspecto importante dentro del crecimiento y desarrollo de la próstata es la influencia que sobre ella tienen los andrógenos.
La testosterona se produce fundamentalmente en el testículo (90-95 por ciento) y en un 5 por ciento a nivel renal. Actúa sobre los receptores androgénicos situados en las células epiteliales y estromales prostáticas. La testosterona pasa a dihidrotestosterona por medio de la 5-alfa-reductasa y regula la función celular de las células prostáticas. Por último, debe saberse que los estrógenos segregados por los testículos actúan sinérgicamente con los andrógenos y que la prolactina potencia la acción de los andrógenos sobre las células prostáticas.

Aspectos simbólicos de la próstata.
Desde el punto de vista de la anatomía rescatamos su forma y su ubicación. En cuanto a la forma, algunos la comparan con una castaña y otros con una nuez. Lo cierto es que es redondeada y cuando se agranda parece una pelota (la sensación que refieren algunos es justamente esa: -siento como una pelota en el piso de la pelvis-).
Le sirve de base a la vejiga y esto (lo mismo que su ubicación con respecto a la uretra) hace que provoque al agrandarse síntomas tales como retraso en el comienzo de la micción, chorro de orina corto, goteo post miccional y necesidad de vaciar la vejiga con frecuencia.
También puede producir compresión sobre el recto con dificultad en la defecación. Su papel en la formación del semen y su relación con la eyaculación, hacen que aparezcan dificultades sexuales. Es un órgano de origen endodérmico formado fundamentalmente por glándulas. Próstata deriva del latín y significa -hacer público- o -echar hacia fuera-. Cuando la próstata es extirpada no se produce más la eyaculación (es decir, no se echa más hacia fuera). Con estos aspectos podemos decir que la próstata tiene que ver con la marcación del territorio (por su efecto sobre la vejiga) y con la terminación sexual. Hamer relaciona las enfermedades de la próstata con conflictos sexuales de connotación sucia y también con dificultades en el territorio en hombres que por disminución de los niveles hormonales ya no reaccionan con otros órganos más territoriales (pulmón o coronarias).
El adenoma de próstata es una enfermedad común (no arquetípica) y su metáfora psicobiológica es la expansión, es decir la ampliación de sus funciones territoriales y sexuales. En el orden territorial es -marcar territorio con más frecuencia- (por la amenaza de la pérdida) -marcar menos territorio- (chorro corto), -dejar recuerdos de la marcación- (goteo). Todas conductas típicas de un hombre que va perdiendo naturalmente (por el paso de los años) su jefatura territorial. La próstata ayuda a expandir simbólicamente en el plano biológico la percepción de lo que considera su territorio. En el orden de la sexualidad, la próstata simbólicamente es terminar (eyacular) con algo pero también es la creatividad (el alimento y el vehículo de los espermatozoides) en todos los planos de la vida. Al expandirse (adenoma) logra biológicamente sustituir la falta de creatividad y la dificultad en terminar una etapa de la vida. Tener la próstata agrandada es -estar viejo y orinarse encima-; -tener urgencia en eliminar lo que ya no sirve-; -ser menos hombre- (orinar sentado); -no poder estar en el mismo lugar por mucho tiempo- (por la necesidad de ir a orinar)-; -mancharse y ser mirado-. También es -dificultad para terminar algo-; -no engendrar más-.

Los abordajes terapéuticos para trabajar estas metáforas serán recuperar la creatividad en algún aspecto de la vida (afectivo, laboral, profesional), poder completar naturalmente las etapas de la vida aceptando las limitaciones de los años. También será aprender a defender el territorio sin la explosividad de los años anteriores, aceptar el empequeñecimiento territorial en algún aspecto para ampliarlo en otros; vivir la sexualidad en todos sus aspectos y no solo en lo genital; sustituir el crecimiento material por el espiritual. Cuando se trate de un cáncer de próstata estamos en presencia de una enfermedad arquetípica y si bien deben trabajarse todos estos aspectos, es necesario recurrir a los requerimientos generacionales excluidos y abordar actos arquetípicos teniendo en cuenta las figuras retóricas y los arquetipos que actúan. El cáncer de próstata es fundamentalmente glandular y produce una alteración de esta función. Es por eso que el arquetipo dominante es el saboteador. La metáfora del órgano (el significado próximo de la función del órgano) tiene que ver con que es un órgano de función sexual para afuera (no forma los espermatozoides sino que les sirve de vehículo para llevarlos afuera) pero que cuando se agranda se mete en una función que le es ajena pero que le es vecina ya que la vejiga y la uretra son sus vecinos. Actúa indirectamente pero por su posición es natural que lo haga. Sabemos que la metáfora del órgano en un cáncer es aquella que exprese mejor la destrucción de las formas actuales. Así lo que pretende el grupo de células rebeldes con el endurecimiento prostático es abandonar la creatividad y no terminar con algo. La actual sexualidad (para ese grupo rebelde) no sirve. Lo obliga a volverse más femenino (a orinar sentado). Le impide estar mucho tiempo en un mismo lugar porque hay algo urgente que hacer (orinar). La próstata deja de ser una humilde colaboradora de la sexualidad hacia fuera para convertirse en una molesta glándula que se endurece y grita. Hay un abandono de la creatividad para concentrarse en temas de territorio.

Conociendo ya los instrumentos del acto arquetípico, decimos:
1) Metáfora del órgano: abandonar la creatividad. No terminar con algo. Concentrar el territorio.
2) Metáfora de la célula prostática: desentendimiento con la propia historia (al ser endodérmica). Infidelidad (por el abundante tejido conectivo).
3) Metonimia del cáncer de próstata: me exilio de la vida y no puedo dar lo que recibí. Surge de la simbiosis de la metáfora del órgano (achicamiento y abandono) con la metáfora de la célula (negación y mentira). Es el caso de un médico de 65 años que es obligado a jubilarse sintiendo que no tiene respaldo de la corporación médica. Al contarme sus sensaciones hace dos preguntas -¿es que no soy más médico?-; -¿qué hago con todo lo que sé?-. Aquí se ve la infidelidad como imposibilidad de seguir transmitiendo un saber. El desentendimiento con la propia historia es la obligación de jubilarse y de -convertirme en un curandero-. Para continuar siendo médico debe -achicarse- y ya no atender más por obra social. A la vez, se siente obligado a terminar algo que él no quiere terminar (su profesión) y debe mentir para no ser descubierto por su Colegio de médicos (su infidelidad).
4) Metonimia de curación: el acto arquetípico es una respuesta a la metonimia del cáncer de próstata (me exilio de la vida y no puedo dar lo que recibí).

En el caso de este profesional, decidió seguir atendiendo y -facturar- a través de otro colega. (creatividad y fidelidad). También ingresó a una carrera universitaria distinta a la médica y fue un alumno más (expandir el territorio). Los actos arquetípicos deben considerar cada uno de los elementos de las metáforas de órgano y celular y la metonimia resultante de su simbiosis. Todo aquello que permita expandir el territorio y aumentar la creatividad podrá ser utilizado pero por sobre todo la necesidad de sentirse partícipe de la vida y de poder expresar lo que sabe. Eso podrá hacerse con pequeños actos o grandes decisiones. Lo importante es contestar a la metonimia del cáncer que congela el sentido en la destrucción con hechos que abran las puertas a respuestas a cada una de las metáforas del órgano y de la célula.

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