Hamer 3

Definición del concepto -conflicto- en la REGLA DE HIERRO DEL CANCER (ERK)

Un conflicto debe definirse siempre de tal manera que en principio pueda tener validez semejante para todos los seres vivos. Yo defino la palabra conflicto conceptualmente como -conflicto biológico-. Un profesor de psiquiatría de una universidad fue interrogado por el juez, como ya se dijo, sobre cómo definía en su lenguaje, por ejemplo, un conflicto sexual, al que el  Dr. Hamer encontraba en un proceso conflictivo en que la mujer descubría a su marido -in flagranti- y entonces padecía un -foco de Hamer- en la oreja izquierda. Respuesta: -Yo la llamaría una enfermedad narcisista-. Mi contrapregunta: -¿Le atribuiría también a mi perra la misma calidad de definición del conflicto psíquico?- – Ya no hubo respuesta.

Allí está el quid de la cuestión: Nuestras definiciones de conflicto son definidas por la medicina establecida siempre en primera línea religiosa – filosófica – psicoanalíticamente, es decir de manera dogmática.

Para mí no hay dogmas que puedan estrechar la ciencia. Cuando observo que el hombre y el animal enferman por el mismo tipo de conflicto biológico y se observan los mismos procesos y cambios psíquicos, cerebrales y orgánicos, entonces habrá que orientar las conclusiones, reglas o leyes por los hechos y no al revés.

El conflicto no debe entenderse pues en el sistema conceptual de la Nueva Medicina en el sentido del psicoanálisis como construcción por décadas de una -constelación conflictiva-, sino como un conflicto biológico. Este conflicto biológico, que en el DHS impacta como un rayo en el hombre y en el animal, y genera el foco de Hamer en el cerebro, al igual que introduce el programa biológico especial para todo el organismo, es la constelación de un segundo. Por supuesto que toda la personalidad entra también en un conflicto biológico. Pero esto no es generalmente lo decisivo. Una pelea violenta con la suegra por los hijos puede convertirse por ejemplo en DHS por una sola palabra: -¡Cerdo!-. En ese segundo se define el contenido del conflicto en el entendimiento del paciente. Se enferma, por ejemplo, de un conflicto de marcación del dominio, un foco de Hamer (FH) periinsular a la derecha y orgánicamente de un carcinoma de úlcera vesicular. Desde ahí continúa la lucha de este conflicto biológico por este -carril de contenido de conflicto-. La suegra también podría haber gritado: -Miserable!- Entonces el paciente podría haber sufrido un conflicto de pérdida de autoestima y la lucha hubiera girado según el entendimiento del paciente siempre alrededor de su autoestima, si era miserable o no. Hubiera sido un -carril de contenido conflictivo- muy diferente.

El conflicto biológico se decide en el segundo del DHS, es decir, se decide en el segundo del contenido conflictivo en cuyo carril se desarrolla a su vez el subsiguiente conflicto biológico. Una mujer, p. ej., que descubre a su marido -in flagranti-, no debe sufrir obligatoriamente un conflicto biológico sexual. En realidad no debe sufrir un conflicto biológico obligatoriamente, sino que sólo sufrirá un conflicto, si fue confrontada con la situación en uno o más sentidos de manera inesperada. Pero aún si llega al DHS, hay una serie de contenidos conflictivos posibles:

1ª posibilidad:     La paciente experimenta en el DHS la situación como conflicto biológico sexual de no-ser-copulada. Cerebralmente, sufriría un FH periinsular a la izquierda, orgánicamente un carcinoma de cuello de útero (si es diestra), además úlcera en las venas coronarias del corazón.

2ª posibilidad:     La paciente tiene quizás ella misma un amigo íntimo, ya no ama a su marido. Experimenta la situación en el momento del DHS como afrenta y traición personal, que el marido la ponga en ridículo frente a todos los vecinos. Sufre en el momento del DHS un conflicto general de pareja, cerebralmente un FH en el cerebelo izquierdo y orgánicamente un cáncer del pecho derecho. (Siempre que sea diestra).

3ª posibilidad:     La paciente experimenta a la joven y bonita rival en el momento del DHS como un conflicto propio de pérdida de autoestima. -Le pudo brindar lo que yo ya no le puedo brindar-. La paciente sufriría en este caso en el momento del DHS un conflicto biológico de pérdida de autoestima, un FH en el asiento medular occipital y un cáncer de huesos en la zona de la pelvis.

4ª posibilidad:     La paciente está quizás ya en la menopausia y reacciona masculinamente. Entonces podría experimentar la misma situación en el momento del DHS como conflicto de dominio con un FH periinsular a la derecha y un Ca de úlcera coronaria, Ca intrabronquial o si se trató de un -conflicto de marcación de dominio- con el atributo -qué chanchada-, un Ca de vesícula. (Siempre que sea diestra.)

5ª posibilidad:     Frecuentemente sería también un Ca de ovario, como conflicto de pérdida -semigenital feo- con FH en la región occipital paramediana.

 

Vemos pues que uno y el mismo asunto o situación no es sin embargo la misma situación. Solo lo que se siente en el momento del DHS decide el contenido del conflicto y con ello el -carril- por el cual transcurre el conflicto biológico.

Estas relaciones conducen también al absurdo las eternas propuestas ignorantes de los estudios -prospectivos-. La -no convertibilidad- de un sistema no es una debilidad científica, sino que es la conclusión obligada de que es casi imposible para un examinador predecir con alguna seguridad en qué dirección o en qué -carril- experimentará o sufrirá el paciente un conflicto prospectivo. Incluso los parientes más cercanos quedan asombrados cuando han indagado p. ej., cuál conflicto pudo haber provocado un cáncer diagnosticado en el paciente.  Dicen entonces a menudo: -Solo pudo haber sido esto y esto.- Se le pregunta entonces al paciente delante de sus parientes, y contesta frecuentemente: -No, eso no me provocó nada-. Y lo que realmente provocó el conflicto y el DHS es lo que a menudo deja a todos asombrados en principio. Más tarde, cuando han comprendido el asunto, suelen decir: -Sí, naturalmente, eso debió ser así.- Un buen ejemplo de esto fue un paciente de la Clínica Universitaria de Erlangen, al que pude examinar en su habitación. Había sufrido un infarto cardíaco agudo. O sea que debe haber padecido un conflicto de dominio con DHS. Pregúntese solo cuál fue el conflicto de dominio. En presencia del médico del servicio le pregunté pues cuándo y qué conflicto de dominio había sufrido. Respuesta: ninguno. El era un hotelero exitoso, las personas más honorables del pueblo serían sus huéspedes, tenía dos hijos sanos, una buena mujer, ninguna preocupación monetaria, todo estaría en orden, no se podría hablar de ningún conflicto de dominio. Entonces le pregunté desde cuándo había aumentado de peso. Respuesta: desde hacía 6 semanas. En el ECG pude observar que el infarto cardíaco no pudo haber sido muy fuerte. Calculé: Hace unas 6 semanas debió haberse producido la conflictolisis, el conflicto pudo haber durado a lo sumo 3 a 4 meses. Le dije: -Hace unos 6 meses debe haber pasado algo grave, que le causó muchas noches de insomnio. Y hace 6 u 8 semanas el asunto se terminó-. – Sí, Doctor, si usted lo pregunta así, pero no, no me puedo imaginar que de algo así pueda venir un infarto-.  Sucedió lo siguiente:

El orgullo del paciente era una pajarera con pájaros exóticos. Todos sus huéspedes amigos podían admirar estos pájaros. No había escatimado dinero, incluso había especies raras. Ya se cruzaba antes del desayuno y miraba sus pájaros, que ya eran unos 30.

Una mañana, se acerca como de costumbre – queda con la boca abierta: Todos los pájaros habían desaparecido con excepción de un pequeño gorrión. -Ladrones-, fue su primer pensamiento y estampó su DHS. Los ladrones entraron en mi dominio. Vinieron los vecinos, se examinó toda la pajarera. Finalmente se encontró un pequeño agujero escarbado debajo de la pajarera. Un lugareño experimentado dijo una sola palabra: -comadreja-. Desde entonces el paciente tuvo un solo pensamiento en la cabeza: atrapar a la comadreja. Logró después de algunos intentos fallidos atrapar a la comadreja en una trampa. Recién entonces pudo ocuparse de reconstruir la pajarera -a prueba de comadrejas-, y comprar nuevos pájaros. Después de unos 3 meses y medio volvía a estar todo en orden y el conflicto definitivamente resuelto. Al reflexionar sobre el asunto retrospectivamente, él estaba tan orgulloso (en el tiempo conflicto – activo) de haber bajado un par de kilos. Pero desde hacía 6 semanas había vuelto a subir todos y algunos kilos más.

El médico del servicio acompañó la conversación asombrado. Ahora se levantó y dijo: -Sr. Hamer, no lo puedo creer. Quizá sea equivocado todo lo que hacemos aquí. Pero su demostración me superó-.

Incluso el paciente dijo: -Ahora que lo pienso después de nuestra conversación, no sé con qué me podrían haber afectado más que al robarme mis pájaros.-

Esto no tiene nada que ver con el psicoanálisis y los conflictos en el sentido psicológico de hasta ahora. En el conflicto biológico no se trata de si el conflicto aún parece significativo más tarde, cuando ya todo está -en orden-. En el momento del DHS, el paciente sintió así y eso fue decisivo. Después el conflicto desarrolló una dinámica propia. Alguien, aunque solo fuera una pequeña comadreja, había entrado en el dominio del paciente. El podría haber comenzado enseguida con la renovación de su pajarera. No. Como dice el vulgo, no tuvo paz. Recién cuando derrotó al enemigo pudo reconstruir su pajarera -en paz-. Se siente formalmente la dramaticidad biológica de este conflicto de dominio.

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